Datos biológicos y anatómicos de las tortugas

Las tortugas son animales poiquilotermos (sangre fría) por lo tanto su actividad metabólica depende de la temperatura externa o ambiental.

Particularidades anatómicas
En lo referente al aparato locomotor, todas las vértebras, salvo cervicales y caudales, están fusionadas. Además, su cuerpo se halla encerrado en dos caparazones óseos. El superior se denomina caparazón o espaldar y el inferior plastrón. El cinturón completo de los hombros y la pelvis se ha incorporado al caparazón óseo.
A nivel del aparato respiratorio, los pulmones están adosados a la pared dorsal interna del caparazón. Es importante considerar el intercambio gaseoso no sólo limitado a pulmones, sino extendido también en sacos cloacales (tortugas acuáticas), ya que estos se encuentran muy vascularizados. La glotis presenta una dimensión reducida, en relación con el tamaño corporal, y localizada en la base de la lengua. Además, en algunos quelonios del género Testudo, la tráquea se divide rápidamente en los bronquios principales, hecho a tener en cuenta en la introducción de la sonda endotraqueal para evitar su penetración en un sólo pulmón. Por último, al carecer de diafragma, estos animales no tosen.
Respecto al aparato circulatorio, poseen un corazón dividido en tres cavidades (dos aurículas y un ventrículo) que se proyecta entre la placa pectoral y abdominal del plastrón, teniendo de promedio entre 11 y 17 pulsaciones por minuto.
En cuanto al aparato digestivo, el estómago de los quelonios posee una gran capacidad, especialmente en los animales herbívoros; además, poseen vesícula biliar. Hacia el tercio final del intestino se encuentra el conducto excretor común del aparato digestivo (proctodeo), urinario (urodeo) y reproductor. Los conductos de los tres aparatos mencionados confluyen en la cloaca, tanto en machos como hembras, con una importante repercusión patológica.
En lo que respecta al aparato excretor, poseen dos riñones y están formados por metanefros. De esta forma, los reptiles terrestres, que no permiten una pérdida de agua considerable, eliminan los desechos metabólicos en forma de precipitado, formando una orina sólida y cristalizada.
Finalmente, la mayor dificultad radica en la diferenciación sexual que se determina en numerosas ocasiones en base a ciertas particularidades expuestas a continuación.