Para tener éxito en la reproducción primero hay que someterlas a un proceso de hibernación, que es un descanso natural, en el cual baja la actividad de la tortuga, disminuye su metabolismo y se esconden o entierran, este proceso esta determinado por la temperatura y la disminución de las horas luz. Hay que proporcionar hibernáculos provistos de un sustrato suave como barro o tierra para plantas y agua, para que se puedan enterrar fácilmente. Los ejemplares que se quieren hibernar deben de ser mayores a 4 años, con buena salud y buen estado físico.
Después de la hibernación que puede durar de 2 a 4 meses hay que recuperarlas nutricionalmente durante 1 o 2 semanas para después empezar a reproducirlas.
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